domingo, 25 de junio de 2006

Aclaración.

Para la anónima que comenta el post anterior, te contesto desde aquí porque es largo lo que te tengo que aclarar.

Cierto es que los anuncios no te dan de comer, pero el mundo de la publicidad denigra a las mujeres y no os quejáis.No hay mas que ver el bombardeo de productos milagrosos para adelgazar, la cantidad de "dietas del agua" que proliferan en cuanto se aproxima el verano, los malditos anuncios de detergentes, lavavajillas, ambientadores, electrodomésticos, cosméticos y demás artilugios de uso cotidiano en el hogar, que sólo están dirigidos hacia las féminas.

Vosotras mismas.
Si yo fuera mujer me sentiría muy cabreada con éstas cosas.
Te daré un dato, para quitar dudas sobre lo que pienso de éste tema:
En mi empresa hasta hace 10 años, todos éramos hombres.
Empezaron a contratar mujeres y las quisieron pagar un 20% menos de sueldo que a nosotros (nuestros jefes eran Alemanes, y en su cultura, por lo visto era normal en ése momento).
Pues TODOS los hombres que estábamos entonces, le hicimos un plante a la empresa y conseguimos que se las equiparara en sueldo y categoría.
No quiero que se interprete mal el post anterior, no estoy de acuerdo con el sistema.
A igualdad de trabajo y responsabilidad, debe haber igualdad de sueldo y condiciones laborales.
Pero, por desgracia, no es así todavía.
Aunque sigo estando en contra de las discriminaciones, tanto positivas como negativas.
Al fin y al cabo siempre sale perjudicad@ alguien.
¿No crees?
Mujeres del mundo, rebeláos contra el sistema y mandad al carajo a los publicistas que os miran con ojos retrógrados. Por ahí es por donde debéis empezar el cambio.

2 comentarios:

  1. la anónima de antes26 de junio de 2006, 0:36

    insisto: la publicidad me la sopla, no me da de comer. En todo caso, cuando tenga mismo sueldo, reponsabilidades y oportunidades en el trabajo y en casa, me pararé a pensar en la publicidad. Tal y como yo lo veo, por ahí no hay que empezar ningún cambio. Ah! que no lo he dicho! yo tampoco estoy a favor de la discriminación positiva.

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  2. jajaja... no te echo la bronca, hombre.

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