jueves, 6 de julio de 2006

Al final, todos calvos.

Me parto el culo viendo el espectáculo que se ha formado en torno al testamento de la cantante Rocío Jurado, recientemente fallecida.
La pasta nos hace viles y rastreros a todos.
En cuanto hay dinero por enmedio, los hermanos dejan de serlo, los amigos se multiplican y los familiares allegados se pisotean unos a otros por el vil metal.
Yo fuí testigo de dos hermanos que se pegaron una curra que te cagas por una mísera tienda de campaña (6000 pts en el antiguo pryca).
Si se pegan dos hermanos por 6000 pelas, que no harán con toda la pasta de la que disponía la interfecta.
Ricos y pobres, todos míseros de una forma u otra.
Unos porque no tienen, otros porque tienen demasiado y no saben asumirlo.

Aunque tengo que decir, que ya me gustaría a mi no poder asumirlo, que me gustaría tener tanta cantidad de pasta en el banco, que cada vez que viera las cifras de mis cuentas me dieran ganas de vomitar.
"Que asco me doy, que de pasta tengo"

Jajaja.

Patético el ser humano (yo, como soy un animal, no me siento aludido).

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