jueves, 28 de febrero de 2008

Estoy hasta la polla.

NO necesito ni quiero una polla de 30 cm (no hay Dios que folle con eso tan grande, las tías se espantan).
NO me sale de la minga dominga comprarte un Rolex de madera.
NO necesito (al menos por el momento) tu Viagra de pacotilla. Lo que tengo, de momento funciona y me vale.
No necesito ni quiero tus chollos intentando colocarme acciones de compañias dudosas.
NO te voy a dar, aunque me lo pidas de rodillas y comiéndome la polla, mis datos en tus innumerables intentos de "phising".
No me sale de la polla jugar en tu supuesto casino, donde me "regalas" una pasta para apostar.
NO necesito tu Spam, hijo de puta, seas quien seas.

Estoy hasta la polla de tí, de los casinos online, de las "parafarmacias", de los supuestos chollos inversionistas, de los relojes de madera y de tu puta madre.

Menos mal que el filtro anti-spam de gmail es la mar de efectivo, porque llevo una rachita de 25 a 30 mensajes diarios de este tipo.

Si pudiera coger al hijo de puta que lo hace, le iba a dar una somanta de hostias que no le iban a reconocer ni en su casa a la hora de comer.

Mira que me toca los cojones.

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